Blanca Pastor: «El estudiante es nuestro objetivo principal»

Blanca Pastor, directora del gabinete de psicopedagogía de Nebrija, es licenciada en psicología y especializada en psicología clínica, psicología forense y psicología de las organizaciones. Fundadora de ACOR, empresa especializada en inteligencia humana y corporativa. En la actualidad está dedicada en exclusiva a Nebrija, donde trabaja principalmente con los estudiantes. Su labor consiste en observar, conocer, aprender de la organización y de las personas que forman parte de ella.

¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan los estudiantes de grados superiores desde una perspectiva psicopedagógica?

Hay de todo tipo, se encuentran con desafíos profesionales, desafíos académicos y desafíos personales. Cuando el desafío que tienen es académico, lo que necesitan es una mejor planificación, una mejor organización del tiempo. Entonces ellos vienen y trabajamos con esos temas. Si lo que necesitan son habilidades personales, como psicólogos podemos trabajar cualquier habilidad que tengan que desarrollar, como hablar en público o conocerse a sí mismos, confiar más en uno mismo, quererse más, valorarse, todas esas cosas son cosas que nosotros trabajamos con ellos.

También trabajamos mucho en algunas creencias con las que vienen, como ese perfeccionismo que a veces les bloquea y hace que no avancen. O algunas formas de mala planificación relacionadas con las prisas o con no ser capaces de organizarse, que también tiene que ver con las creencias que pueden traer.

En lo profesional también tienen la posibilidad de acceder a un proceso de psicología y coaching que les ayuda a tomar decisiones y que también les hace ver todas sus posibilidades desde distintas perspectivas y puede abrir la posibilidad a un cambio que ellos decidan hacer. Hay para todo lo que necesiten.

«Hemos desarrollado un gabinete para los estudiantes, a su medida»

¿Qué hace de Nebrija una institución diferente en este aspecto?

Lo diferente es que ellos decidieron que se hiciera un gabinete para los estudiantes. Yo creo que esa es la clave. Nosotros no hemos desarrollado nada para los psicólogos, hemos desarrollado algo para los estudiantes y para la organización, entonces lo hemos hecho a medida. Analizando exactamente lo que es esta organización, lo que pretende y lo que quiere.

El primer día, cuando me reuní con el presidente de la universidad, me “quiero que los buenos también quieran venir a estudiar a Nebrija”. Para eso tú tienes que tener un gabinete donde los buenos también tengan algo que hacer o pueda ser de su interés y les podamos ayudar a ser mejores. Les recibimos enseguida, les atendemos enseguida y les dedicamos tiempo. Bueno, es que son las personas que más queremos en la organización, nuestros estudiantes.

¿Cómo se lleva a cabo la detección temprana de trastornos del comportamiento o dificultades de aprendizaje en el instituto?

Tendríamos que hablar en los distintos momentos de aprendizaje porque es muy distinto. Generalmente el déficit de atención se detecta de pequeños, de niños. Claro, ahí es donde empiezan los problemas para diagnosticarlo. ¿Cómo diferencias que ese niño todavía no es lo suficientemente maduro y por eso se mueve tanto y por eso no se concentra? ¿Cómo lo diferencias del niño que de verdad tiene un déficit de atención? Es muy difícil. Creo que hay muchos diagnósticos erróneos. Si esos diagnósticos se hicieran a los 14 o 15 años no habría ningún problema, pero es que se están haciendo con 6 años. Ahí es donde está el problema y por eso hay muchos diagnósticos que podrían no ser déficit de atención. En general, lo que hay que hacer con los déficits de atención es entenderlos, porque cada uno es distinto y, por tanto, esa personalización que hacemos aquí es tan importante, para que esa persona tenga las mejores posibilidades.

Lo que se intenta es ponerle al mismo nivel que las personas que no tienen déficit de atención. Hay algunas medidas, tanto en el aula como en los exámenes o en la forma de tratarle que tenemos que tener en cuenta. Teniendo en cuenta eso, ya es bastante fácil, porque ya están igual que el resto y no van a tener especiales problemas.

«El estudiante es nuestro objetivo principal, y nuestro aliado en ese sentido es el profesor»

¿Cómo se prepara y sensibiliza al profesorado para trabajar con estudiantes que presentan trastornos del comportamiento o dificultades de aprendizaje?

Tenemos tres medidas. Una es la adaptación curricular, un informe que reciben de los estudiantes donde no se habla de lo que le pasa a ese estudiante, pero sí se piden unas medidas de corrección para que ese alumno esté bien. La segunda es, cualquier profesor puede acceder a nosotros con cualquier duda que tenga o cualquier cosa que necesite sobre ese alumno y le apoyamos totalmente.

Otra cosa son las formaciones que hacemos cada año, para formarles justo en los trastornos o problemas que tienen nuestros estudiantes. Por último, tienen la posibilidad siempre de reunirse con nosotros y hablar de lo que les esté pasando. Para nosotros el estudiante es nuestro objetivo principal, y nuestro aliado y la persona más cercana en ese sentido es el tutor o profesor.

¿Qué servicios de apoyo emocional y psicológico están disponibles para los estudiantes?

Posibilidades, si es de psicología, todas. Ellos en realidad solo tienen que dirigirse a nosotros. Pueden venir en cualquier momento. También desde la pandemia se empezaron a generar muchas reuniones online porque era necesario y se ha quedado, ya que puede ser un estudiante que esté fuera o que esté haciendo el curso online. También ellos tienen acceso al gabinete. Y lo que puede trabajar es que todo lo que necesite y que tenga que ver con la psicología.

Hay que tener en cuenta que nosotros no nos dedicamos a la curación de la enfermedad, si no a la detección. A veces los problemas psicológicos parten del hecho de que tú detectas que algo no va bien.

 Además, tenemos asistencia clínica. Cualquiera podemos detectar, evaluar y diagnosticar. Entonces, le pedimos al estudiante que acuda a los servicios clínicos que tenga a su disposición, y hacemos un pequeño informe para el psiquiatra, para el psicólogo sanitario, clínico o el profesional al que tenga que ir. En ese informe decimos lo que nosotros hemos detectado para que ese profesional tenga también un apoyo para seguir.

Carmen Fernández: «Van a tener esas capacidades para poder desenvolverse, sea en el ámbito que sea»

Carmen Fernández, coordinadora de los grados de sanidad que comenzarán a impartirse en el Instituto Nebrija de Formación Profesional a partir del curso 2024-2025, cuenta qué pueden esperar los futuros alumnos. Un proyecto sólido que se llevará a cabo en un centro totalmente nuevo equipado con la última tecnología y un cuerpo docente con experiencia profesional y vocación de profesorado.

¿Cuál ha sido tu trayectoria antes de hacerte cargo de la coordinación del área de sanidad en Nebrija?

Soy licenciada en ciencias ambientales y siempre con mucha idea de laboratorio, de experimentación. Era lo que me llamaba la atención, estar en el laboratorio trabajando. Cuando termino la carrera me especializo con un máster en biología de la conservación y entro en la universidad en un grupo de investigación. Entonces estoy una serie de años aprendiendo, sigo trabajando en el laboratorio, aprendiendo técnicas de laboratorio,

Y al final la realidad es que estando en el laboratorio, vienen los alumnos de farmacia, y empiezo a descubrir la docencia.  Me pongo a trabajar para Fenosa, impartiendo dinámicas en diferentes institutos y centros de formación profesional. Ahí descubro la formación profesional y me doy cuenta de que puedo unir la docencia y la parte del laboratorio, que era lo que a mí más me gustaba.

Comienzo a trabajar en un centro de formación profesional como docente en el área sanitaria durante diez años, los últimos siete compaginando la docencia con la jefatura y coordinación del área de sanidad.

¿Cuáles son tus objetivos como coordinadora de los grados superiores de sanidad?

Lo importante es que los alumnos salgan con todas las herramientas que les permitan luego ponerse en un puesto de trabajo y ser independientes, porque al final ellos desarrollan un trabajo muchas veces muy autónomo.

No puedes estar constantemente preguntándole a tu supervisor hago esto, hago lo otro. Ellos tienen que tener todas las herramientas, la seguridad de trabajar, de estar en un laboratorio, de estar en un hospital, en un geriátrico o una clínica dental. Así que el objetivo es que los alumnos salgan con todas las herramientas que les permitan luego ponerse en un puesto de trabajo.

«Es verdad que hay determinados módulos que tienen una carga importante teórica porque tienes que trabajar sobre una base, pero luego siempre llevado a la práctica»

¿Qué metodologías o enfoques pedagógicos consideras esenciales en la educación sanitaria?

Yo creo que lo que ya se hace aquí. Ese aprendizaje por proyectos, que al final es lo que te va a ayudar a aprender haciendo. Estas son profesiones muy manuales, de aprender protocolos, pero, sobre todo, muy prácticas.

Es verdad que hay determinados módulos que tienen una carga importante teórica porque tienes que trabajar sobre una base, pero luego siempre llevado a la práctica. Tú en un laboratorio trabajas de una manera y, si te cambias de trabajo y te vas a otro laboratorio, te van a cambiar completamente la manera de trabajar. Entonces es importante que ellos desarrollen todas sus competencias, todas sus habilidades y tengan la base técnica.

¿Qué competencias y habilidades clave esperan que desarrollen los estudiantes al concluir sus estudios?

Generalizar es un poco complicado porque son ciclos muy diferentes, pero creo que es importante que ellos se sepan mover en el lugar de trabajo. Si se encuentran en un futuro con algo que no reconocen, sepan buscar y tener el criterio de decidir. O sea, tener un criterio también científico, un criterio sanitario. Saber discernir qué es real y qué no lo es, porque hay mucho bulo. Ser críticos e independientes en su trabajo.

Tienes que tener la seguridad de saber que lo vas a hacer bien, que no le vas a hacer daño a un paciente y que has adquirido esas capacidades.

Esa confianza sí me gusta mucho. Que se crean lo que son, que al final muchas veces la formación profesional está un poco denostada. Siempre nos fijamos en la universidad, pero al final ellos terminan siendo técnicos profesionales.

Van a tener esas herramientas para, sea el ámbito que sea, tener las capacidades de desenvolverse.

¿Cómo se fomentará la innovación y la investigación en los estudiantes?

Sería muy bueno el poder desarrollar un proyecto en común de todo el año en el que vayamos uniendo los diferentes módulos, las diferentes competencias de cada módulo para desarrollarlo. Y creo que siempre hay que intentar fomentar que tengan ese carácter científico innovador.

Yo suelo dar en primero y segundo. En primero no tienen ni idea y están muy preocupados. Y cuando están en segundo y vamos a alguna charla o a una universidad, se sorprenden ellos mismos de cuánto han aprendido.

Es un trabajo de día a día y la suma de todos los docentes, que les vayan guiando en ese carácter científico, en esas ganas de investigar.

«Van a encontrar en el aula gente especialista en las diferentes materias, que ha estado en contacto con la parte profesional y con ese carácter docente de ser un guía»

¿Por qué estudiar en Nebrija?

Por el programa educativo, ese trabajo por proyectos. También se van a encontrar en el aula gente especialista en las diferentes materias, que ha estado en contacto con la parte profesional y que, además, son docentes con ese carácter de ser un guía que te acompaña.

 Y las instalaciones que, al final, van a ser las que va a aunar todo esto. El tener en mi aula una oficina de farmacia, un gabinete bucodental con sillones dentales, los laboratorios equipados con todo el material necesario para que ellos puedan practicar y se sepan mover para que, cuando lleguen a las prácticas, no se sientan raros. Todo se está haciendo para que la práctica sea algo real.