Razones para estudiar una FP en Administración y Finanzas

Autor: Miguel Martínez Aranda

Hoy en día, la FP se ha convertido en un fenómeno de éxito cursado cada vez por más estudiantes, que buscan unos estudios ágiles y eminentemente prácticos que les permitan alcanzar la capacitación para poder incorporarse al mercado laboral en un periodo de 2 años.

Es una opción tan válida como otras. Por este motivo, en este post, os voy a tratar de exponer las razones por las que estudiar una FP en Administración y Finanzas.

A la hora de optar por un ciclo de Formación Profesional (FP) es importante fijarnos en las salidas laborales que tenga. El Ciclo superior de Administración y Finanzas plantea las siguientes salidas directas al mercado de trabajo:

• Administrativo de oficina.
• Administrativo comercial.
• Administrativo financiero.
• Administrativo contable.
• Administrativo de logística.
• Administrativo de banca y de seguros.
• Administrativo de recursos humanos.
• Administrativo de la Administración pública.
• Administrativo de asesorías jurídicas, contables, laborales, fiscales o gestorías.
• Técnico en gestión de cobros.
• Responsable de atención al cliente.

Razones para estudiar una FP de Administración y Finanzas

1. Especialización transversal

Una de las ventajas laborales de esta formación es que apunta a todos los sectores de la economía, ya que la especialización que se obtiene es transversal a cualquier organización. Es decir, con independencia de a lo que se dediquen las empresas, siempre van a seguir requiriendo perfiles comerciales, financieros, contables, logísticos, vinculados a Recursos Humanos,

jurídicos, fiscales etc… de ahí que este Grado permita a los alumnos optar a una inserción laboral en cualquier empresa, lo que significa un gran valor añadido para los estudiantes.

2. Acceso a prácticas laborales

Hay que destacar que, en el segundo curso del grado, el alumnado realizará prácticas laborales en empresas y a partir de estas prácticas, la inserción o promoción dentro del mercado de trabajo puede ser una realidad.

Para adaptarse a las circunstancias de cada persona y a la disponibilidad de tiempo que se tenga, el área de Formación Profesional de los Institutos Nebrija posibilita estudiar este ciclo tanto en modalidad on-line como en modalidad presencial.

Una vez finalizado el ciclo formativo y para aquellos alumnos que quieren acceder también a la Universidad, podrán hacerlo con la nota media del ciclo. En este caso las carreras vinculadas son Administración y Dirección de Empresas, Económicas, Derecho y Relaciones Laborales, pudiéndose llegar a alcanzar una convalidación de hasta 42 créditos, que es el equivalente a un año de los estudios universitarios.

3. Amplias salidas profesionales

Indicar también, que existe la opción de compatibilizar el ciclo de FP de Administración y Finanzas con el ciclo de FP de Asistencia a la Dirección, lo que permite una doble titulación en 3 años, al tener común el contenido del primer año. Con este perfil complementario las salidas profesionales se amplían más si cabe.

4. Enfoque basado en Proyectos

Relativo al método utilizado por Institutos Nebrija en estos ciclos de Formación Profesional, me gustaría destacar el enfoque basado en Proyectos. Creemos que el aprendizaje debe ser un proceso centrado en el desarrollo de las habilidades de los estudiantes.

La capacidad de trabajar socialmente, la creatividad, la inteligencia ejecutiva, el pensamiento crítico y la toma de decisiones a partir de la propia realidad de los alumnos y de las alumnas, son elementos que constituyen la base pedagógica de estos ciclos de FP.

El Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) es una apuesta de innovación educativa, que sitúa en el centro de los procesos de aprendizaje al alumno, con el objetivo de desarrollar en él todas las competencias necesarias para desenvolverse con éxito en los entornos profesionales de hoy en día. Ya no solo sirve con dominar un contenido teórico para poder desempeñar una profesión.

Se trata por tanto de una formación ágil que parte de la lógica de que los procesos formativos deben adaptarse a las necesidades de los estudiantes y de las empresas.

Esa es la razón de ser de la Formación Profesional: partir de un aprendizaje útil y práctico para los alumnos, para que pueda ser aplicado sobre la realidad y las necesidades concretas del mercado de trabajo, permitiendo una rápida incorporación al mercado laboral.