Abroñigal

El Abroñigal, de arroyo fronterizo a terminal logística ferroviaria

En el punto en el que la M-30 brota del subsuelo, a la altura de Méndez Álvaro surge entre el descampado una inmensa terminal ferroviaria abrazada por cientos de contenedores multicolor. Nada emerge al azar. Ese lego de contenedores recibe a diario la visita de miles de camiones. Lo que pocos saben es que allí recalan un buen número de trenes cargados de las mercancías que compramos por Internet. Estamos en la terminación logística ferroviaria de Abroñigal. Un nombre heredado del antiguo afluente del Manzanares, un arroyo que en su día fue el límite natural de Madrid por el Este.

Los alumnos de Comercio Internacional han visitado esta semana el Centro Logístico Ferroviario de Madrid-Abroñigal. Durante todo el paseo estuvieron acompañados por Juan María García, director del Centro Logístico de Adif. Él fue el responsable de guiarlos durante todo el recorrido. Se encargó de hacer las veces de cicerone y explicó a los alumnos cómo es todo el ordenamiento y la estructura operativa de la terminal ferroviaria de Abroñigal. 

El grupo tuvo la oportunidad de ver en funcionamiento las grúas pórtico, las móviles y el material motor ferroviario. Todo, mientras transitaban por el impresionante espacio dedicado a los contenedores de esta estación intermodal.

Como el astillero de un embarcadero, el centro logístico de Abroñigal es lo más parecido a una terminal portuaria en donde se almacenan los contenedores de mercancía. Solo que allí llegan en tren.

Madrid-Yiwo desde Abroñigal

La terminal ferroviaria de Abroñigal fue inaugurada en 1974 y, cuarenta años después, en 2014 se inauguró la línea Madrid-Yiwo, el recorrido más largo del mundo, que parte de esa estación para llegar a la ciudad china de Yiwo en un recorrido de 13.052 kilómetros de distancia.

El grupo de alumnos estuvo acompañado por Rafael Santiago Orti, profesor de Logística de Almacenamiento y por Raquel Arrabal, coordinadora del grado. “Ha sido muy instructivo para los alumnos conocer la terminal ferroviaria de Abroñigal, además de comprobar in situ lo que supone poner en práctica un proceso logístico de este nivel”, explicó Rafael Santiago.

Por su parte, Abel Román, delegado del curso, destacó las explicaciones del director del Centro Logístico de Adif sobre los tipos de contenedores y sus usos. “A mí me ha impresionado la organización del proceso de carga y descarga”, señaló su compañero Javier Merchán. “A pesar del calor, ha sido una visita increíble”, añadió tajante Diana Sánchez.

Lo cierto es que entre tanta organización también hubo momentos para la nostalgia, sobre todo cuando pasaron por la vía del Tren de la fresa, un ferrocarril de época que circula los fines de semana de primavera y otoño. El convoy ofrece un viaje en el tiempo y el espacio, para rememorar el recorrido del primer ferrocarril de la Comunidad de Madrid. Aquel que se construyó en 1851 por indicación de Isabel II para unir la capital con el Palacio Real de Aranjuez.

Desde el Instituto Nebrija de FP damos las gracias a todos aquellos que han hecho posible esta nueva experiencia de COI.